De A a Z, tudo se pode fazer DE OUTRA MANEIRA...
 

¿Cómo es para mi?

Me gusta creerme la idea de que todo está conectado. Que las cosas no ocurren simplemente porque ocurren. Que todo tiene un propósito y que siempre tras lo evidente hay información que no podemos percibir con nuestros sentidos. Que formamos parte de un enorme organismo vivo llamado planeta tierra y que éste a su vez es un órgano del universo, del cual somos una réplica

Estoy convencido de que la aparición del covid-19 no es un capricho de la naturaleza. Al contrario, tal vez sea un mecanismo de defensa, una leve fiebre. No creo casual que el año pasado se hayan quemado 2,5 millones de hectáreas en la Amazonia y posteriormente más de 10 en los bosques australianos, dos auténticos pulmones del planeta, y que al poco tiempo se propague este virus que nos tiene encerrados y que ataca justamente el sistema respiratorio.

Sin embargo, lejos de pensar que se trata de un pase de factura de la naturaleza, este excepcional escenario de cuarentena lo vivo como una invitación a la reflexión, como una oportunidad para redescubrirme, y para eso tengo que parar. Intento estar sumergido en el presente, sin ecos del pasado ni potencialidades del mañana. Me quedo quieto, cierro los ojos y me ocupo, exploro mi naturaleza, quiero hacer las preguntas correctas.

Lo primero que descubro en la sutileza de mi ser es que puedo bajarle el volumen al drama. Dejar quieto por un rato mi miedo y callar la mente junto con sus cálculos y planificaciones. Se ven las cosas distintas desde aquí. Ahora la palabra virus no suena tan perturbadora, al contrario, veo a uno de los elementos más perfectos de la naturaleza. Microscópicos organismos vivos que se modifican y perfeccionan con el tiempo para reproducirse y expandirse, utilizando los recursos que el medio les brinda. Hasta se parecen a nosotros. También veo a uno de los principales responsables de la selección natural que da lugar a una faceta de la evolución.

Pero no solo experimento cambios en relación con la percepción de la problemática del covid-19, esto va más allá. Ahora que no tengo cosas que hacer, que no tengo que dirigirme de un punto A hacia un punto B, sino simplemente quedarme quieto y ocuparme de explorarme, resulta que los días se me van volando y los estoy disfrutando mucho. No como al principio, que pese a contar con diversos elementos para pasar el tiempo como música, películas o libros, las jornadas eran largas y tediosas. Está cambiando mi percepción del tiempo y el equipaje se torna ligero.

¿Será que no quiero que esto acabe tan rápido?

Leandro Pino
Abril, 2020

Fotos de Manuel Rosário

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Escrito por

Escuela de Comunicación Social, UCV: Licenciado en Comunicación Social, nivel de eficiencia 1. Tesis de Licenciatura aprobada con la máxima calificación y mención de publicación. Periodista, Guionista, productor y redactor de noticias. Venezuela, pinoleandro72@gmail.com

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Últimos comentários
  • Omnipresente, Omnipotente e Eterna é a Gaia da Margulis. É Deus e é feminino. Como em Espinosa.
    Imagino os humanos confinados a casa durante meses por vagas virais sucessivas, pálidos e atróficos, meros veículos de de memes e ideias transmitidos pelo Internet. Lá fora a Natureza exuberante, pássaros e bichos por todo o lado, um perfume de tília, de rosmaninho. Reduzidos a uma praga da Natureza sob control, não podíamos acabar pior.

    • ¿Será? Yo apuesto a un salto evolutivo partiendo del trabajo individual. Y me cuesta o me niego a imaginar un desenlace como lo planteas. Que el encierro nos lleve a la integración, que la lejanía física nos lleve a un verdadero acercamiento. Menos relaciones y más conexiones. Que seamos verdaderamente parte consciente de ese dios de Espinoza.